Úrsula Corberó habla por primera vez de la enfermedad por la que le hacían bullying en el colegio
Es la mujer del momento. Han pasado solo unos días desde que Úrsula Corberó añadiera un nuevo éxito a su aclamada trayectoria interpretativa con su papel protagónico en El cuerpo en llamas, serie de Netflix en la que comparte elenco con el actor Quim Gutiérrez y José Manuel Poga, estreno reciente que ha promocionado en diferentes formatos. De entre los múltiples platós que han recibido la visita de la intérprete catalana, uno en particular ha sobresalido por la revelación que ha hecho de su pasado personal. Tal y como ha confesado en un viaje a su infancia que ha realizado de la mano de la periodista María Guerra en el podcast que conduce, no siempre tuvo la popularidad de la que goza hoy en día, cuando es seguida por más de veinte admiradores en su perfil social.
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La popular actriz, que hace un mes sopló las velas de su 34º cumpleaños en un dulce momento profesional e íntimo de la mano de Chino Darín, ha rememorado algunos episodios de su pasado, cuando solo era una niña repleta de sueños, talento y arropada por el incondicional apoyo de sus padres, que siempre confiaron en que lograría lo que se propusiera. “Mis padres me han dado un poderío que yo flipo. Ellos siempre me preguntaban lo que quería ser y me decían ‘lo vas a ser’“, ha contado con una sonrisa en La Script, entrevista en la que se ha definido como un “alma libre” que adora viajar, trabajar en su pasión, dejarse llevar por las emociones, pues es muy visceral, y de carácter familiar.
Sobre su buena autoestima, ha reconocido que la educación que ha recibido ha jugado un papel clave, incluso algunos momentos que no fueron fáciles en su día la llevaron a desarrollar la gran personalidad que tiene en la actualidad. Por primera vez, Úrsula ha hablado de la enfermedad que padece desde que era una niña, motivo por el que algunos compañeros se reían de ella. “Yo era muy pequeña. Tengo un retraso óseo de cinco años”, ha empezado diciendo: “A mí me bajó la primera menstruación con diecisiete años”, ha señalado, al tiempo que ha rememorado que “me hacían un poco de bullying con eso… Yo no entendía por qué, ni tenía la necesidad de sentirme mujer todavía”.
Úrsula sufrió algunos incidentes que le marcaron a raíz de su trastorno, como el hecho de no tener la fuerza suficiente para llevar todos los libros a la escuela, pues le pesaba mucho la mochila: “Mis padres me regalaron por reyes el carrito y mucho bullying con el carrito”, ha agregado. También ha recordado cuando, jugando a Disney con los niños de su edad, le decían que no podía ser Pocahontas, el personaje al que ella deseaba dar vida, pues “me decían ‘tú no puedes, tú eres la bruja fea de La Sirenita. No podía ser nadie más que Úrsula, y ahora veo que es lo más, es un personaje fascinante, maravilloso y magnético, pero con doce años yo no quería ser Úrsula, quería ser Pocahontas”.
De su lado más personal, más allá de la profunda adoración que siente por sus padres, también ha hablado de la fantástica relación que tiene con su hermana por parte de padre, que es diez años mayor que ella y siempre la empujó a perseguir su meta de ser actriz. De ella ha contado que es “todo lo contrario a mí”, muy reservada, pero a la vez tienen gran sintonía, algo que desarrollaron más cuando la estrella de La casa de papel y Física o Química tenía entre quince y dieciséis años. “Nos amamos, nos adoramos, pero no parecemos hermanas a veces”, ha concluido.