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Linda Evangelista confiesa que sigue aplicándose bótox tras quedar ‘desfigurada’ por otro tratamiento estético

La de Linda Evangelista es una historia de superación como pocas. Desde que se hicieran públicos los problemas de salud que atraviesa a raíz de un tratamiento estético fallido, que dejó “irreconocible” el rostro de la icónica supermodelo, esta se ha convertido en un altavoz humano de los peligros que puede acarrear someterse a intervenciones de este estilo. Sin embargo, ahora nos desvela una faceta distinta de los acontecimientos, a la espera del estreno del documental The Super Models (Apple TV), en el que relata los entresijos del modelaje junto con Naomi Campbell, Cindy Crawford y Christy Turlington. La canadiense ha ofrecido una entrevista a la edición estadounidense de la revista Vogue donde desvela que todavía recurre al bótox para verse joven, a pesar de su traumática experiencia. 

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Linda Evangelista se siente ‘una hipócrita’

Una de las razones claves que motivaron a Linda Evangelista a participar en The Super Models, el esperado documental que verá la luz el próximo 20 de septiembre, es su compromiso con difundir los potenciales peligros de las intervenciones cosméticas. En plena gira promocional, la canadiense, de 58 años, se ha sentado con sus compañeras de profesión para hablar sobre estas cuestiones inevitablemente presentes en la industria del modelaje, una obsesionada con la eterna juventud. “No me importa y nunca me importó envejecer. El envejecimiento nos lleva a donde queremos estar, y eso es para mí tener una vida larga”.

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– Linda Evangelista ofrece nuevos detalles sobre el tratamiento facial que la dejó ‘irreconocible’

Quiero arrugas, pero me pongo bótox en la frente, así que soy un hipócrita, pero quiero envejecer”, ha dicho en la conversación que forma parte de un editorial para la edición estadounidense de Vogue. A su vez, ha agregado que está ansiosa por envejecer, especialmente por su hijo de 16 años, Augustin, fruto de su discreta relación con el millonario empresario François-Henri Pinault, actual marido de Salma Hayek. “Quiero ver a mi hijo convertirse en un buen hombre. Solo quiero quedarme”, confesó.

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Así fue el tratamiento que desfiguró su rostro

En 2015, la canadiense acudió a las clínicas de Zeltiq, en Nueva York, para someterse a una intervención de adelgazamiento llamada criolipsis, que forma parte de lo que se conoce como tratamientos de contorno corporal, pero resulta mucho meno invasivo que una liposucción. La misión era congelar el tejido adiposo aplicando temperaturas extremadamente bajas por un tiempo determinado, en este caso en la zona del rostro, al ser un área difícil de modificar con dieta o ejercicios.

El objetivo es separar la grasa de los tejidos y eliminarla, sin necesidad de cirugías, pero el resultado la dejó ‘irreconocible’ y ‘brutalmente desfigurada’, pues la llevó a desarrollar una condición llamada Hiperplasia Adiposa Paradójica (HAP), con la cual aquellas células adiposas, en lugar de disminuir, aumentan su tamaño peligrosamente, formando dolorosos bultos.

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¡El gran regreso de las supermodelos de los 90!

Los efectos nocivos del tratamiento no solo deformaron su cuerpo, sino que también la sumieron en una depresión de la que parece recuperarse con entereza, afección psicológica que la mantuvo todos estos años retirada de la vida pública a sabiendas de que no sería fácil volver a trabajar con su rostro afectado: “No podía vivir más con esto. Necesitaba salir de mi casa”, desveló a Vogue en esta rompedora entrevista con las grandes supermodelos de los 90.

Por suerte, tras casi siete años apartada de los focos, Evangelista volvió a protagonizar una campaña de la mano de Fendi en julio de 2022, mientras que el pasado mes de septiembre sorprendió con un gran regreso a las pasarelas, siendo este -la celebración del 25 aniversario del bolso Baguette– su primer desfile desde 2007, cuando participó en la conmemoración por los 60 años de la casa Dior. 


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