Gestos de cariño, selfies… Así ha vivido Paloma Rocasolano los Premios Princesa de Asturias
Este viernes 20 de octubre quedará para siempre en la memoria de la Familia Real. Los Premios Princesa de Asturias 2023 han sido los últimos de la princesa Leonor antes de soplar las velas de su dieciocho cumpleaños el próximo 31 de octubre, una gala marcada por la expectación, el simbolismo y las emociones a flor de piel con la atmósfera cultural como telón de fondo que ha llevado a reconocidas personalidades a darse cita en el Teatro Campoamor de Oviedo. Pero, de entre todos los asistentes e invitados a este evento tan señalado para la Corona, ha sobresalido, como cada año, la presencia de Paloma Rocasolano, madre de la reina Letizia y abuela de la heredera.
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Protagonista de varias anécdotas
La asistencia de Paloma Rocasolano a los Premios Princesa de Asturias que acoge Oviedo desde 1981 es una constante edición tras edición y, como ocurre siempre en esta fecha, su asiento se ha ubicado en la zona baja, muy próximo al escenario y justo al lado del pasillo, por donde han hecho su entrada los Reyes y sus hijas para subir al escenario. Ha sido entonces, en los instantes previos al comienzo del solemne acto, cuando, la madre de la Reina, que ya estaba acomodada, acaparaba todas las miradas por un guiño muy especial que han tenido con ella su hija y la menor de sus nietas cuando han caminado por su lado acompañadas por Felipe VI y Leonor. Doña Letizia ha tocado cariñosamente su mano, un gesto que ha repetido la infanta Sofía y que la heredera, en su caso, no ha podido tener, pues se encontraba en el lado opuesto a su butaca.
Este instante ha llegado en los minutos posteriores al paso de Paloma por la alfombra azul instalada en el exterior de la sala, ubicada en la plaza de la Escandalera y con vistas al Parque de San Francisco, cuando se ha dejado ver exultante y visiblemente entusiasmada por vivir de nuevo en primera persona este acto, en el que ha vuelto a mostrar su incondicional apoyo a su hija, a su yerno y a sus nietas, que se estrenaron en la cita en 2019. Enfundada en un favorecedor vestido negro de corte midi que ha combinado con clutch a tono, salones y guantes fucsias y llamativos pendientes de perlas, ha evidenciado su alegría desde el primer momento. Ya en el interior del auditorio y antes del pistoletazo de salida de la ceremonia, se ha convertido en protagonista de otra anécdota, pues se ha tomado un selfie con la política Ana Pastor, otra de las fieles asistentes a este acto, con la que coincide año tras año, que estaba sentada detrás de ella.
Emoción, orgullo y devoción por su nieta
Como cada edición de los Premios Princesa de Asturias, la madre de Letizia, de 71 años, se ha mostrado cómoda y desbordante de felicidad, una faceta en la que es habitual verla en este contexto; sin embargo, en esta ocasión hay un componente extra de emoción motivado por lo significativo que es ver a su nieta Leonor pronunciando sus últimas palabras antes de alcanzar la mayoría de edad y jurar la Constitución en tan solo once días. A las puertas del comienzo de un trascendental capítulo vital marcado por el compromiso y la responsabilidad institucional, la primera en la línea de sucesión al trono ha despertado el lado más emocional de su orgullosa abuela, que siente auténtica devoción por ella a juzgar por la mirada que tenía mientras la escuchaba con atención.
Paloma se ha sumado al ensordecedor aplauso colectivo dedicado a la primogénita de los Reyes y en sus ojos podía verse la alegría, la satisfacción y lo honrada que le hace sentir su papel de abuela. Ha sido al término del discurso de la princesa de Asturias cuando las cámaras han enfocado directamente a la suegra del también orgulloso Rey, una encantadora imagen que demuestra la fantástica relación y la unión que tienen.
Leonor luce por primera vez unos pendientes que regalaron a la Reina cuando ella nació