¿Truco o trato? Los duques de Sussex cumplen con la tradición de Halloween junto a sus hijos
El príncipe Harry y Meghan Markle siempre han vivido intensamente Halloween, una fiesta de origen anglosajón y que en Estados Unidos, donde residen, alcanza su máximo esplendor. Allí, son muchas las familias que se disfrazan con sus hijos para acompañarles puerta a puerta haciendo la famosa pregunta ¿truco o trato? con el fin de conseguir llenar una cesta de dulces. Los duques de Sussex y sus dos hijos no han sido menos.
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La pareja ha sido fotografiada paseando junto a Archie, de cuatro años y Lili de dos por una zona arbolada con otras familias alrededor. Todos menos la benjamina visten de negro o gris oscuro de acuerdo con el dresscode oficioso de Halloween. Meghan viste unos vaqueros oscuros y camiseta negra y lleva en brazos a la Lili, que luce un disfraz rosa y abombado como si quisiera emular a una calacita rosa. Su hermano lleva un disfraz negro que por la parte delantera bien podría tener dibujado o bordado un esqueleto. En una mano lleva una cestita naranja que espera llenar al máximo mientras que la otra se la da a su padre, que también lleva una cesta para la pequeña de la casa.
No es la primera vez que los duques de Sussex celebran esta fiesta en familia. Aunque a diferencia de otros royals, como Magdalena de Suecia, nunca han compartido ninguna imagen de ellos o los niños disfrazados, cuando Archie era tan solo un bebé se refirieron a él como su “pequeña calabaza” para felicitar Halloween a través de sus perfiles públicos, lo que hacía pensar que el pequeño se había disfrazado de este simbólica fruta. Cuando Lili llegó al mundo también lució su primer disfraz con tan solo cinco meses. Según contó su madre en el show de Ellen Degeneres, la disfrazaron de mofeta, un trajecito inspirado en Flor, la amiga del cervatillo Bambi en el cuento de Disney, mientras que su hermano fue de dinasaurio, una opción que no le hizo demasiada gracia ya que a los cinco minutos quería quitárselo, aseguró Meghan entre risas.
Además, esta fecha tiene un significado especial para ellos ya que hace exactamente seis años pudieron disfrutar de su última fiesta en Toronto (Canadá) antes de que su relación se hiciese pública. La temática era el postapolipsis, por lo que el espectro de disfraces era lo suficientemente amplio como para buscar dos con los que pasar absolutamente desapercibidos. En esa fiesta estaba Eugenia de York, testigo de los primeros compases del romance de su primo con la actriz de Hollywood, y su marido Jack Brooksbank.
Este día tan festivo precede a otro mucho más solemne, pero de enorme siginificado para el príncipe Harry. El próximo 11 de noviembre es el Día del Armisticio, una efeméride que el hijo de Carlos III no puede celebrar con la familia real y desfilando con su uniforme militar como hacía antes de dejar sus funcionaes, pero que siempre conmemora de alguna manera desde Estados Unidos para honrar a todos aquellos que perdieron su vida durante la Primera Guerra Mundial.