Esto es lo que debes cenar (y lo que no) si quieres levantarte más ligera
Como dice la dietista-nutricionista Beatriz Larrea en su libro, Tu cuerpo en llamas: todas las claves para combatir la inflamación y el envejecimiento, “un cuerpo sano es un cuerpo equilibrado”. Aunque en nutrición todo tiene que personalizarse, sí existen unas pautas generales que puedes tener en cuenta a la hora de preparar tus cenas para descansar mejor y despertarte con esa tan perseguida sensación de ligereza. La clave, como insiste a lo largo de su publicación Larrea, está en el equilibrio. ¡Por supuesto que puedes comer mal de vez en cuando! pero solo si la mayor parte de tus elecciones en el cómputo total del día (y no solo en la cena) son buenas, conseguirás dejar de sentirte hinchada y perder peso rápido. Hemos consultado a los expertos y te revelamos lo que nos han contado.
-Qué alimentos debes tomar (y cuáles evitar) si quieres un vientre más plano
Alimentos que no debes cenar
La doctora Juana Coronado, del equipo médico de la Clínica Mira+Cueto, nos dice que hay que controlar:
- La sal
- La ingesta de líquidos
Estas cosas pueden interferir en el ritmo del sueño y cenar unas dos horas antes de irse a dormir”.
Alimentos que puedes cenar
Por otro lado, la doctora recomienda apostar en la cena por los siguientes alimentos:
- Alimentos frescos como las verduras cocinadas al vapor, papillote, a la plancha o en cremas (para que se digieran mejor) e incluir proteínas con grasas saludables como puede ser el pescado azul. Como ejemplos de esto último cita el salmón a la plancha, el pez espada o el atún y sugiere acompañarlos de una guarnición de tomate o pimientos con ventresca o caballa.
- Proteínas de alto valor biológico procedentes del pescado blanco, tipo merluza o lubina; y del azul, tipo salmón, sardinas…
- Si prefieres tomar carne, puedes decantarte por el pollo o el pavo, que son ricos en triptófano, presursor de serotonina y de melatonina, sustancias que ayudan a conciliar el sueño.
Según la doctora Coronado, es importante asimismo “evitar los alimentos crudos sin cocinar porque producen digestiones pesadas e interfieren en el sueño, así como los rebozados, alimentos precocinados, fritos, salsas, alimentos ricos en azúcares, dulces, bollería y verduras que sean más indigestas como pueden ser la coliflor, la col o las alcachofas“. Por eso, cenar una ensalada, tal y como nos dice la experta, “no es la mejor idea”. Aquí te dejamos algunas siete cenas saludables y rápidas que ayudarán a mantener la línea a cualquiera.
Todas estas cosas las deja claras también el dietista- nutricionista Xevi Verdaguer, en quien confían, por cierto, rostros conocidos como la modelo Ariadne Artiles. En su libro Cuídate: las claves para equilibrar tu cuerpo y transformar tu salud, propone las siguientes cenas para conseguir mejorar la salud intestinal:
- Puré de manzana verde y chirivía, de primero; y cola de rape a la plancha, de segundo.
- Sopa de cebolla con huevo.
- Vichyssoise de puerros y col kale, de primero; y atún al horno con pimientos asados, de segundo.
- Crema de calabaza con canela, de primero; pollo macerado con albahaca y limón, de segundo.
- Crema de patata, puerro y col cale, de primero; sepia a la planca, de segundo.
- Espárragos con gambitas, de primero; tiras de pollo con guacamole, de segundo.
- Wok de verduras crujientes, de primero; albóndigas con tomate y tupinambo, de segundo.
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Como ves, comer sano no es estar a dieta (si entendemos esta como algo restrictivo). Los que Verdaguer propone son platos que, además de ser nutritivos, y equlibrar tu microbiota, están deliciosos, se preparan rápido si eres previsora y pondrán a tus días el broche que se merecen haciendo que, además, te levantes ligera y de buen humor. De cualquier forma, si amaneces con sensación de hinchazón y pesadez de forma recurrente, hay que buscar el origen del problema y lo más conveniente es que te pongas en manos de un profesional que te pueda asesorar para descartar posibles disbiosis intestinales, sobrecrecimiento bacteriano, etcétera. Recuerda que no solo importa lo que comes sino cómo lo comes y qué hábitos sanos llevas.